No estamos construyendo IA.

Estamos construyendo el empleado que todo concesionario desearía poder clonar.
Todos los concesionarios imaginan tener uno.
Esa persona que nunca pierde una oportunidad.
Que conoce a los clientes por su nombre.
Que responde al instante.
Confirma todas las citas.
Hace un seguimiento sin que nadie se lo pida.
Y, de alguna manera, mantiene la calma, incluso cuando el teléfono suena sin parar.
Si pudieras clonarlos, lo harías.
Pero la verdad es que:
La gente así no existe.
No todos los días.
No en todos los canales.
No a escala.
La cuestión no es el compromiso.
Es la capacidad.
Tu equipo sabe lo que hay que hacer.
Simplemente no tienen tiempo –
no con el volumen, las pestañas, las llamadas, las tareas manuales.
Están respondiendo a las mismas preguntas,
impulsando las mismas actualizaciones,
arreglando lo que los sistemas no terminaron.
Por eso no estamos construyendo algo que tu equipo tenga que gestionar.
Estamos construyendo un empleado virtual que hace todas las cosas que siempre deseaste que alguien pudiera hacer.
No añadiendo personal.
No externalizando tareas.
Sino desbloqueando la capacidad que tu equipo nunca tuvo tiempo de alcanzar.
No es una herramienta.
No es un cuadro de mandos.
No es un sistema que tu equipo tenga que aprender a usar.
Es una mano de obra en la que puedes confiar.
No estamos construyendo IA.
Estamos construyendo al empleado que todo concesionario desearía poder clonar.
Y ya está de turno.